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La hipertensión en el embarazo no es necesariamente una condición peligrosa, pero sin duda requiere un cuidado especial (Lea acerca de: ginecología cervices Brooklyn). Algunas mujeres padecen hipertensión crónica incluso antes de quedarse embarazadas, mientras que otras desarrollan hipertensión esencial durante elembarazo.
La hipertensión durante el embarazo debe seguirse y controlarse cuidadosamente debido a sus posibles riesgos. Las mujeres que padecen o desarrollan hipertensión durante el embarazo tienen un mayor riesgo de:
Se habla de hipertensión cuando la tensión arterial es superior a 140/90 mmHg. Tu médico vigilará de cerca tu tensión arterial durante el embarazo, y si es superior a 140/90 mmHg puede indicar un problema. Sin embargo, ten en cuenta que no en todos los casos se desarrollan complicaciones. Muchas mujeres consiguen dar a luz a tiempo si controlan su hipertensión, llevan una vida sana, evitan los factores de riesgo que aumentan la tensión arterial, etc.
Después de la vigésima semana de embarazo, la hipertensión esencial puede derivar en una afección grave denominada preeclampsia, que posteriormente puede convertirse en eclampsia. La preeclampsia y, sobre todo, la eclampsia son enfermedades muy graves que pueden llegar a ser mortales para el feto y la madre. Todos los órganos del cuerpo humano se ven afectados, especialmente el cerebro y los riñones.
Pero no todas las mujeres hipertensas desarrollan preeclampsia o eclampsia. ¿Por qué? La explicación es sencilla. Es bien sabido que algunas mujeres tienen un mayor riesgo de padecer hipertensión o incluso de desarrollar preeclampsia y eclampsia durante el embarazo. Las mujeres mayores de 35 años, las obesas y, sobre todo, las que tienen un IMC superior a 30 corren un mayor riesgo de desarrollar hipertensión durante el embarazo. También son importantes los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares y los antecedentes personales de hipertensión o problemas cardiovasculares. Los embarazos con fetos múltiples tienen más probabilidades de complicarse con hipertensión y preeclampsia que los embarazos con un solo feto.
Lo más importante es llevar una vida sana. Comer alimentos variados, especialmente fruta y verdura, hacer ejercicio físico a diario y perder peso pueden minimizar el riesgo de desarrollar preeclampsia. Sin embargo, en algunos casos son necesarios y deben tomarse según prescripción del médico. Por lo general, se evitan los medicamentos utilizados para reducir la hipertensión, como los inhibidores de la ECA, los inhibidores de la renina o los ARA.
El Dr. Dmitry Bronfman es ginecólogo colegiado especializado en todos los aspectos de la salud de la mujer contemporánea, medicina preventiva, dolor pélvico, cirugía mínimamente invasiva y robótica, y ginecología general, de la adolescencia y de la menopausia.
Clínica abortista de Brooklyn