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La depresión es una enfermedad grave que afecta al cerebro humano. La tristeza, el vacío y la ansiedad interfieren en las actividades cotidianas. Sin embargo, la depresión es tratable y sus signos y síntomas mejoran con medicación. La depresión durante y después del embarazo es frecuente.
No existe una única causa de depresión. La depresión se debe más bien a una combinación de factores. La depresión tiende a ser una afección genética. Las mujeres con antecedentes familiares de depresión tienen más probabilidades de sufrirla durante y después del embarazo, sobre todo después de un aborto. Los cambios hormonales en el cuerpo de una mujer también pueden contribuir a la depresión. Debido a los cambios hormonales en la vida de una mujer, se sabe que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir depresión en determinados periodos de su vida, como durante la pubertad, la menopausia, después de un aborto y, por supuesto, el embarazo. También es posible sufrir depresión antes de la menstruación o después de un aborto. Los cambios en la química cerebral también pueden contribuir a la depresión. Una de las cosas más importantes que contribuyen a la depresión y pueden desencadenarla son los acontecimientos estresantes en la vida de una mujer como, por ejemplo, la muerte de un familiar o un ser querido, la pobreza, cualquier forma de maltrato, etc.
La depresión tras el parto se conoce como depresión posparto. Se cree que los cambios hormonales durante el embarazo y después del parto contribuyen a la depresión posparto. Durante el embarazo aumentan los niveles de estrógeno y progesterona. Inmediatamente después del parto, en las primeras 24 horas, estos niveles de estrógeno y progesterona vuelven a la normalidad. Algunas teorías intentan explicar la depresión posparto como el resultado de los cambios hormonales mencionados justo después del parto. Otros factores, además de los cambios hormonales, que pueden contribuir a la depresión posparto son:
Sin embargo, la depresión posparto y la depresión no relacionada con el embarazo y el parto son tratables con medicación. Lo más importante es saber y admitir que se tiene un problema. Buscar la ayuda adecuada a tiempo es la clave para mejorar. El tratamiento de la depresión incluye no sólo la administración de los diversos antidepresivos disponibles hoy en día, sino también la terapia de conversación. La terapia de conversación incluye hablar con un psicólogo, terapeuta, etc. Con la charla aprenderás a cambiar tu forma de sentir, pensar y actuar durante el embarazo y, sobre todo, después del parto o del aborto. Por otro lado, los fármacos antidepresivos te ayudarán a aliviar los síntomas.
La depresión durante el embarazo aumenta el riesgo de tener un parto prematuro, de sufrir diversos problemas durante el embarazo o el parto, pero también de tener un bebé con bajo peso al nacer.
La depresión posparto no tratada afectará a su vida y a su capacidad de ser madre. No podrá satisfacer las necesidades de su hijo. Puede empeorar tu depresión.
El Dr. Dmitry Bronfman es ginecólogo colegiado especializado en todos los aspectos de la salud de la mujer contemporánea, medicina preventiva, dolor pélvico, cirugía mínimamente invasiva y robótica, y ginecología general, de la adolescencia y de la menopausia.
Clínica abortista de Brooklyn